Por David Arengas
En una decisión que ha sorprendido al mundo del fútbol mexicano, el Club América ha confirmado que trasladará su sede para disputar los cuartos de final de la Liguilla del Apertura 2024. Las Águilas dejarán el Estadio Ciudad de los Deportes y se mudarán al Estadio Cuauhtémoc de Puebla, en busca de un ambiente más favorable que les permita acercarse al tricampeonato.
La decisión de cambiar de sede se debe principalmente a la gran respuesta que recibió el equipo en su visita a Puebla en la Jornada 16, cuando enfrentó a Pachuca. La afición poblana llenó el estadio en tiempo récord, generando una atmósfera que contagió al equipo y lo impulsó a obtener un resultado positivo.
¿Por qué el Cuauhtémoc?
¿Qué dice el reglamento?
Si bien el reglamento de la Liga MX establece que los equipos deben jugar sus partidos como local en el estadio registrado al inicio del torneo, existen excepciones que permiten cambios de sede por causas de fuerza mayor. En el caso del América, la falta de un estadio propio y la búsqueda de un mejor ambiente de juego podrían justificar esta decisión.
La otra cara de la moneda: Tigres y su fortaleza en el Volcán
Mientras el América busca un nuevo hogar para su Liguilla, Tigres UANL continúa disfrutando de la comodidad de su estadio Universitario, el Volcán. La fortaleza de los felinos en casa es reconocida por todos, y su estadio se ha convertido en una auténtica fortaleza inexpugnable para sus rivales.
Esta situación ha generado un contraste evidente entre ambos equipos. Mientras Tigres cuenta con un estadio propio y una afición entregada, el América se ve obligado a buscar alternativas para encontrar un ambiente que lo impulse en su búsqueda del tricampeonato.
¿Qué impacto tendrá esta decisión en el desempeño del América?
La decisión de cambiar de sede podría tener un impacto positivo en el desempeño del América. Un ambiente más hostil y una mayor presión por parte de la afición podrían motivar a los jugadores a dar el máximo en cada partido. Sin embargo, también existe el riesgo de que los jugadores se sientan desconcentrados por el cambio de escenario.
En definitiva, la decisión del América de jugar la Liguilla en el Estadio Cuauhtémoc es una apuesta arriesgada pero que podría dar sus frutos. Solo el tiempo dirá si esta estrategia resulta exitosa y si las Águilas logran conquistar su tercer título consecutivo.
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