Gerónimo Barbadillo: El símbolo eterno de Tigres en su historia dorada

La historia de Tigres UANL no se podría contar sin mencionar a Gerónimo Barbadillo. Conocido como "Patrulla", este delantero peruano es uno de los máximos íconos del equipo felino y un referente de su época dorada. Su legado, tanto en la cancha como en el corazón de la afición, lo convirtió en una leyenda del club.

Barbadillo llegó a Tigres en 1977 procedente del fútbol peruano, específicamente del Sport Boys, con un talento que deslumbró desde el inicio. Su debut con los universitarios marcó el inicio de una relación única con el equipo y su afición. Era un jugador polivalente, habilidoso, rápido y con una visión de juego destacada, lo que lo llevó a brillar como extremo y convertirse en un líder indiscutido.

Durante su etapa en Tigres, Barbadillo fue clave en los primeros logros históricos del club. Con él en el campo, el equipo consiguió su primer campeonato de Liga MX en la temporada 1977-78, un título que quedó en la memoria colectiva como el inicio de los éxitos felinos. Cuatro años más tarde, Barbadillo fue pieza fundamental para que Tigres conquistara su segundo título de Liga en la temporada 1981-82, consolidándose como uno de los equipos más competitivos de la época.

En su paso por los universitarios, Barbadillo disputó 251 partidos y marcó 58 goles, números que reflejan su impacto dentro del terreno de juego. Pero más allá de las estadísticas, su entrega, su carisma y su identificación con los colores de Tigres lo hicieron inmortal para la afición.

Tras dejar Tigres en 1982, Gerónimo continuó su carrera en Italia con el Avellino, pero su amor por los felinos nunca terminó. Incluso décadas después, su nombre sigue siendo mencionado con respeto y admiración cada vez que se recuerda a las figuras más grandes que han vestido la camiseta auriazul.

El "Patrulla" no solo fue un jugador excepcional, sino que también representó el espíritu combativo y ganador que define a Tigres. Su influencia trasciende generaciones, y su figura es recordada como un símbolo de los valores y la identidad que el club busca mantener hasta hoy.

Gerónimo Barbadillo no solo marcó goles, también marcó una época. Su legado vive en cada cántico de la afición, en cada joven jugador que sueña con brillar en el Universitario y en la historia de un club que siempre lo tendrá como uno de sus más grandes ídolos.