Un futbolista con unas cualidades únicas, un control pegado al pie, el cual hacía muy difícil el poder quitarle el balón, llegó a ser considerar el futbolista más completo de México, por encima del mismo Tomás Boy, pero al ser un joven indisciplinado, sus problemas los trasladó al alcoholismo y esto lo llevó a casi perder la vida.
Disputó 235 partidos en la Primera División, donde anotó en 61 ocasiones, jugando para seis equipos, entre ellos Tigres. Incluso, llegó a ser seleccionado olímpico para la edición de Múnich 1972, un futbolista con condiciones excepcionales, dominio de ambas piernas y destacando por su capacidad de rematar con la cabeza, pero con pensamientos poco claros que a la postre le traerían una enseñanza.
Se trata de Manuel Manzo, quien tendría problemas con el alcohol, pero no lo limitaban dentro de la cancha: “Tuve un problema de alcohol y aun así me alcanzaba para ganarle a todos en la semana. Los días de partido me pedían los entrenadores que hiciera los goles y eso me servía después para irme a tomar tranquilo. No entrenaba, pero les sacaba los partidos adelante”, dijo el exjugador.
El destino le jugaría una mala pasada a Manzo y con la que antes era su arma para anotar goles, ahora un golpe en ella estuvo cerca de darle uno de los peores sustos, ya que en una ocasión, durante una de sus fiestas, se echó un clavado en una alberca sin agua, llevándose un fuerte golpe en la cabeza, que casi lo deja paralítico o incluso lo pudo llevar a perder la vida.
Actualmente, pudo alejarse de las fiestas y el alcohol, para convertirse en director técnico, principalmente enfocado en el desarrollo de jóvenes, para de esta forma, igual, ayudarlos a mantenerlos alejados de los vicios. Ocasionalmente, también participa en conferencias deportivas, motivacionales y de superación personal.
23/11/2024
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