Por Sergio Ruiz
¿Quién diría que detrás de la sonrisa y las canciones infantiles de Cepillín se escondía un talento futbolístico? Sí, así como lo lees. El querido payaso mexicano estuvo a punto de convertirse en un futbolista profesional y defender los colores de los Tigres de la UANL.
De los campos de fútbol a los escenarios
Ricardo González, mejor conocido como Cepillín, era un joven lleno de energía y pasión por el deporte. Durante su juventud, mientras estudiaba odontología en la Universidad Autónoma de Nuevo León, el futuro payaso se destacó como portero en el equipo de fútbol de la preparatoria. Incluso llegó a jugar en las ligas inferiores de los Tigres de la UANL, el equipo más popular de Monterrey.
Un cambio de rumbo inesperado
Sin embargo, el destino tenía otros planes para Cepillín. Su carisma y su habilidad para conectar con los niños lo llevaron a convertirse en un popular presentador de televisión infantil. Su personaje de payaso, nacido de su experiencia como dentista infantil, lo catapultó a la fama y lo convirtió en uno de los personajes más queridos de la televisión mexicana.
Un legado que trasciende generaciones
A pesar de que el fútbol quedó en un segundo plano, Cepillín siempre conservó su amor por este deporte. En diversas entrevistas, el payaso recordaba con cariño sus años como futbolista y expresaba su admiración por los Tigres de la UANL.
Un homenaje a una leyenda
La historia de Cepillín como futbolista es un recordatorio de que la vida está llena de sorpresas y que a veces el destino nos lleva por caminos inesperados. A pesar de no haber llegado a ser un futbolista profesional, Cepillín dejó una huella imborrable en el corazón de millones de niños y adultos.
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