El segundo ascenso de Tigres a la Primera División: un renacer en 1997

El segundo ascenso de Tigres a la Primera División, logrado en 1997, es uno de los capítulos más significativos en la historia del club. Este ascenso no solo significó la vuelta del equipo a la élite del fútbol mexicano, sino también el renacer de una institución que había pasado por tiempos difíciles y que, tras su descenso en 1996, logró recuperar su lugar en la máxima categoría.

El club había estado en la Primera División desde 1974, pero una serie de complicaciones tanto administrativas como deportivas llevaron a Tigres a perder la categoría al final del torneo Invierno 1996. Fue un golpe fuerte para la afición felina, que veía cómo su equipo descendía por primera vez en su historia, después de tantos años de lucha en la parte alta de la tabla.

Sin embargo, ese descenso se convirtió en el catalizador para un proceso de renovación que daría frutos solo un año después. En 1997, Tigres comenzó su campaña en la Liga de Ascenso con un solo objetivo en mente: regresar a la Primera División. Con un plantel renovado y con jugadores de calidad, el equipo de Ricardo "Tuca" Ferretti se preparó para enfrentar el desafío con una mentalidad ganadora.

La competencia en la Liga de Ascenso fue dura, pero Tigres demostró estar a la altura. En la temporada 1997, los felinos hicieron una campaña sólida y constante, destacándose por su capacidad ofensiva y su fuerza defensiva. Jugadores clave como Tomás Boy y Enrique "Kikín" Fonseca, entre otros, se encargaron de ser la punta de lanza para lograr la meta. Los jugadores del equipo trabajaron incansablemente para devolver a Tigres a la Primera División y, tras una serie de victorias clave y una gran actuación en los partidos decisivos, lo lograron.

El 28 de mayo de 1997, Tigres consiguió el tan ansiado ascenso, asegurando su regreso a la Primera División tras una temporada llena de emociones y sacrificios. La afición felina, que había sufrido durante todo el proceso, celebró con alegría el retorno del equipo a la élite del fútbol mexicano. Este segundo ascenso marcó el inicio de una nueva era para Tigres, que no solo recuperó su lugar en la Primera División, sino que también comenzó a cimentar las bases de lo que sería uno de los clubes más poderosos de México en las siguientes décadas.

Este segundo ascenso fue mucho más que un simple regreso a la Primera División. Representó el carácter, la resiliencia y el compromiso de Tigres para superar adversidades y seguir luchando por su lugar en la historia del fútbol mexicano. Hoy, más de 25 años después, ese ascenso sigue siendo recordado con orgullo por los aficionados, quienes saben que Tigres es un equipo que nunca se rinde.