Gana casi 18 millones y el insólito dato que no justifica el tremendo salario de Uriel Antuna

Uriel Antuna, el extremo que llegó a Tigres UANL con la promesa de ser un jugador determinante, se ha convertido en un auténtico fiasco. Su rendimiento, lejos de las expectativas, ha generado críticas y cuestionamientos sobre su fichaje, pero lo que realmente indigna a la afición es su salario: casi 18 millones de pesos mexicanos, según Salary Sports. ¿Un derroche injustificable para un jugador que se ha convertido en un fantasma en la cancha?

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La debacle de Antuna en Tigres es innegable. El extremo, que brilló con luz propia en Cruz Azul, no ha logrado consolidarse como titular indiscutible. Su rendimiento en el campo ha sido irregular, con destellos de calidad aislados y actuaciones grises que dejan mucho que desear.

Los números no mienten. 21 partidos con la camiseta de Tigres, cero goles y una sola asistencia. Un balance paupérrimo para un jugador que llegó al club con la misión de marcar la diferencia en el ataque. La afición felina, exigente y apasionada, no ha tardado en expresar su descontento con el rendimiento de Antuna.

Pero lo que realmente enciende la polémica es su salario. Casi 18 millones de pesos mexicanos, según Salary Sports. Una cifra estratosférica para un jugador que no ha justificado ni un centavo de su sueldo. La afición se pregunta: ¿dónde está el retorno de la inversión?

La comparación con su etapa en Cruz Azul es inevitable. En el equipo celeste, Antuna mostró su mejor versión, especialmente bajo la dirección técnica de Anselmi. 10 goles y 2 asistencias en 32 partidos, un título de goleo y la titularidad indiscutible en la Selección Mexicana. Un rendimiento que contrasta con su presente en Tigres.

¿Qué le pasó a Antuna? ¿La presión de jugar en un equipo grande le está pesando? ¿O simplemente no ha logrado adaptarse al esquema táctico de Tigres? Las preguntas resuenan en el ambiente futbolístico mexicano.

La realidad es que Antuna ha perdido protagonismo en Tigres. Su rendimiento irregular lo ha relegado al banquillo de suplentes, y su presencia en el campo ha pasado desapercibida en muchos partidos. La afición felina, que esperaba un jugador determinante, se siente estafada.

La crítica no se limita a la afición. Los medios de comunicación deportivos también han cuestionado el rendimiento de Antuna. Se debate sobre si el jugador está a la altura de las exigencias de Tigres, un equipo que aspira a conquistar títulos.

La situación de Antuna en Tigres es un claro ejemplo de cómo el rendimiento de un jugador puede variar de un equipo a otro. Pero también es un recordatorio de la importancia de evaluar cuidadosamente los fichajes, especialmente cuando se trata de jugadores con salarios millonarios. ¿Será capaz Antuna de justificar su sueldo, o su paso por Tigres será un capítulo oscuro en su carrera?