El Río Grande Plate: una rivalidad amistosa que marcó a Tigres y FC Dallas

La historia del Río Grande Plate (Plato Río Grande) es una muestra de la pasión por el fútbol y de la conexión entre Tigres UANL y el FC Dallas. Este torneo amistoso, celebrado en Estados Unidos, se convirtió en una tradición durante su periodo de existencia y fortaleció los lazos entre ambas instituciones, con un trofeo que simbolizaba la rivalidad deportiva y el intercambio cultural.

Un torneo nacido de una alianza

Organizado inicialmente por directivos de FC Dallas y Tigres UANL, el Río Grande Plate debutó en febrero de 2006. Los primeros tres torneos se jugaron en el Pizza Hut Park, casa del equipo estadounidense, como parte de una estrategia para promover el fútbol internacional en la región y estrechar vínculos entre ambos clubes.

El formato era sencillo pero competitivo: dos partidos, uno en cada estadio, y el campeón se definía por el marcador global. En caso de empate, se recurría a los penales, algo que ocurrió en tres ediciones, intensificando la emoción del certamen.

Trofeo y legado

El trofeo del torneo, un plato de plata con el grabado de dos jugadores, uno de Tigres y otro de FC Dallas disputando un balón, representaba el espíritu deportivo y la unión entre ambos equipos.

Resultados y dominio auriazul

A lo largo de las cuatro ediciones oficiales, Tigres y FC Dallas se alternaron la gloria:

• 2006: FC Dallas se llevó el título al vencer a Tigres en el marcador global.
• 2007: Tigres respondió con fuerza, coronándose campeones.
• 2008: Los auriazules repitieron como campeones, consolidando su dominio.
• 2011: Tras un período de ruptura en la alianza, el torneo regresó. En esta ocasión, FC Dallas se quedó con el título, venciendo a Tigres.

Más que un torneo

Además de los partidos, el Río Grande Plate marcó una etapa de intercambio de jugadores y colaboración en las fuerzas básicas entre Tigres y FC Dallas. Esta relación fortaleció el desarrollo de jóvenes talentos y dejó un impacto duradero en ambas instituciones.

Aunque el torneo terminó en 2011, su legado sigue vivo en la memoria de los aficionados de Tigres, quienes ven en esta competencia un capítulo especial de la historia auriazul.

El Río Grande Plate no solo fue una serie de amistosos; fue un puente cultural y deportivo que permitió a Tigres representar su grandeza fuera de México, reforzando su identidad en el fútbol internacional.